Durante toda nuestra vida nos pasamos diciendo lo que deseáramos que todo hubiera sido más fácil, que porque no haber nacido en una familia rica, que porque no haber estudiado algo más fácil, o directamente no haber estudiado, lamentándonos de la persona que nos ha dejado, o sufriendo por ella, y muchas veces no nos damos cuenta de lo beneficioso que es pasar esos malos ratos.
Estas experiencias nos curten en la vida, y no sólo eso, sino modifican nuestra personalidad, y casi siempre a mejor. Es el caso por ejemplo, de quien ha pasado por situaciones económicas no muy agradables, en estos casos, nos sirve para saber que el esfuerzo tiene su recompensa, que todo, absolutamente todo tiene su valor, que nada te lo van a regalar en la vida, y que solo depende de uno mismo. Cuando se ha pasado por una experiencia así, y no has tenido todo regalado, cada cosa que logres por ti mismo te sabrá mucho mejor, como si fuera una recompensa por todo el sufrimiento y trabajo que hubo detrás.
Otro momento que preferirías haber cambiado, es cuando uno está estudiando durante los años de su carrera, mientras otros amigos, ya trabajan, tienen dinero, y pueden vivir y disfrutar mucho más que tú, que tienes que hacer cuentas hasta para pagar el autobús. Paciencia, en unos años veréis, que todo ese sufrimiento, tendrá su recompensa y todos aquellos que no estudiaron y trabajaron pronto siempre querrán cambiarse por ti. Son recompensas que nos da la vida al haberlo pasado mal, pero supone esfuerzo y paciencia.
Y cómo no mencionar al amor, cuántas veces habremos pensado, ¿por qué me he tenido que enamorar de esta persona? y ahora estoy pasándolo mal. Esta es una de las cosas que más nos curtirá en nuestra vida, no hay mejor moraleja que la que nos da un gran desamor, aprendemos de los errores, y con el paso del tiempo encontraremos a la persona ideal, y esa pareja perfecta, será lo mejor de aquella anterior, sin los defectos que tenía.
Haberlo pasado mal, muchas veces es lo mejor que nos ha podido pasar en la vida, porque sin duda siempre nos hará mejores personas. Por último quería dejaros con una frase que viene al caso, de Gustave Flaubert:
«La manera más profunda de sentir una cosa, es sufrir por ella»