Hace poco escribía acerca del maravilloso silencio. Y una de las facetas que remarcaba era el momento en el que necesitamos reflexionar que buscamos la soledad y el silencio. A raíz de ese post decidí escribir sobre la soledad, lo difícil que es muchas veces estar así, lo mucho que nos cuesta, pero debemos aprender a estar solo, también porque de ese modo sabremos disfrutar de ese estado.
Creemos en la desgracia que es estar día a día solo, ya sea viviendo, o por estar sin pareja. Sin embargo nos equivocamos en el planteamiento inicial, no es necesario estar acompañado, estar solo es sin duda una oportunidad excepcional para hacer de nosotros unas mejores personas.
Esto tiene su explicación, estando solos, lo primero es que no necesitamos ningún filtro social frente a otras personas. Seremos nosotros mismos, con nosotros mismos, valga la redundancia. Es un momento sensacional para conocernos mejor. Si así es, podemos pasarnos la vida sin llegar a conocer el 100% de nuestro ser. Sin embargo estando solos ensanchamos el pensamiento y el alma. Nos hacemos mucho más fuertes y también aprendemos a querernos más.
Y aún dudamos de lo bueno que es estar solo. Nos echamos las manos a la cabeza, nos deprimimos, nos sentimos desgraciados, y no vemos la oportunidad que tenemos ante nosotros. Tiempo de sobra para cultivarnos, tiempo para querernos, y tiempo para creer que somos mucho más que una relación social con más personas.
Siempre comento lo importante que es quererse a uno mismo, y es porque es la base para lograr todo lo que nos propongamos en la vida. Así como consejo os digo, disfrutar la soledad, os puede dar mucho más de lo que imagináis, así que realizad un esfuerzo, y aprended a estar solos. Para terminar me gustaría dejaros con una frase del artista chileno Alejandro Jodorowski:
«Para amar hay que emprender un trabajo interior que sólo la soledad hace posible»
